La siguiente entrada trata sobre la importancia en evitar que los jóvenes sean atraídos por el tabaco, ya que puede suponer una adicción futura que conlleve graves problemas de salud.
Todo tipo de adicciones tienen un tratamiento posible en Clínicas CITA, donde un equipo experto de profesionales ponen a disposición del paciente los métodos más efectivos en superar las adicciones y ofrecer al adicto el camino hacia una vida saludable.
Clínicas CITA está liderada por el doctor Jose María Fábregas Pedrell.
El otro día nos referíamos a la ineficacia de los modernos rituales sustitutorios y cómo muchos niños o adolescentes utilizan su primer cigarrillo o su primera copa como un intento fracasado de convertirse en adultos. En “Las etapas críticas de la vida”*, Rüdiger Dahlke propone algunos rituales para prevenir la adicción que pueden ser eficaces si se hacen a tiempo y si aún es posible acceder a los niños. Esto es lo que dice respecto al primer cigarrillo, la primera copa o el primer cigarrillo de marihuana:
“Es apremiante introducir tempranamente a los niños en la mala costumbre de fumar para evitar que se queden enganchados en ese intento fallido de ritual de la pubertad: Hoy en día es prácticamente imposible impedir que los niños entren en contacto con los cigarrillos: indicarles sólo los riesgos de fumar no suele servir de nada y no les vuelve más maduros: Pero se les puede invitar antes de la pubertad a un ritual tabaquista, da igual si uno es fumador o no. La preparación incluye informar detalladamente a los niños sobre las secuelas del tabaquismo e indicarles lo difícil que es llegar a ser adulto. Se trata de explicar que muchos lo intentarán fumando. Ese intento no se le puede tomar mal a nadie, pero sería importante saber que no funciona y que los fumadores son todo lo contrario que adultos, es decir, ni son libres ni independientes. Y no hay que despreciarlos por esto sino verlos con compasión, como a otros dependientes. Al fin y al cabo, bastante mal lo tienen con su dependencia y con su propensión a las enfermedades, que por desgracia no se limita al cáncer y al infarto. Pero, como de todos modos te lo van a ofrecer, es importante conocer de antemano la teoría y la práctica. Por eso, vamos a hacer juntos un ritual de fumador. Es necesario fumarse un cigarrillo entero, aunque a uno le den nauseas, quizá incluso tenga diarrea y, en todo caso, una tos desagradable. Si tras esta introducción, uno fuma un cigarrillo con el niño, éste lo experimentará todo como se le ha profetizado. Quizás quiera interrumpir el ritual, pero hay que evitarlo para conseguir un éxito total. Si un niño así introducido tempranamente al secreto del tabaco es invitado después por otro niño, bajo el sello de la confidencialidad, a un supuesto primer cigarrillo, podrá reaccionar tranquilamente basándose en su experiencia (…) Naturalmente, la presión de grupo a la que están expuestos los niños a esta edad es enorme y no hay que subestimarla. Incluso si a pesar del ritual se produce una orgía nicotínica, el ritual no habrá sido en vano y puede seguir siendo un estímulo para dejar pronto el tabaco”
*RÜDIGER DAHLKE: “Las etapas críticas de la vida”, Plaza y Janés, 1999.
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