Por
primera vez, una de las gallinas de CITA ha puesto un huevo.
Y ya
que estamos hablando de huevos, puede ser útil recordar aquí la apreciación de
Lacan de que no se puede hacer una tortilla sin romper el huevo. Cuando se
rompe el huevo de lo biológico, aparece el hombre –con su libertad- pero
también el revoltillo de tortilla: desaparecen los imperativos que rigen la
conducta animal y uno tiene que tomar sus propias decisiones, decidir los
valores y objetivos que guiarán su conducta. Respecto a las drogas y a todas
las demás cosas.
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