miércoles, 1 de mayo de 2013

JOSE MARIA FABREGAS PEDRELL, en CLINICA CITA: El lenguaje de los caballos y otras tareas terapéuticas




Lluis García Bofill, que ha dedica­do toda su vida a los caballos, es desde hace tres años profesor de equitación y terapeuta equino en las CLINICAS CITA, un recurso para el tratamiento de las adicciones ubicado en Dosrius (Barcelona) y fundado hace 30 años por el psiquiatra JOSE MARIA FABREGAS.

Lluís se ha especializado en la psicoterapia asistida con equinos, una terapia en la que los caballos son la herramienta esencial para el aprendizaje y el crecimiento emocional de los pacientes de la clínica. Para él, es natural que en CITA siempre se haya dado mucha importancia a esta terapia, ya que es ampliamente conocido el poder terapéutico que tienen ciertos animales, en especial, los delfines y los caballos: “El caballo permite canalizar nuestros sentimientos con fines terapéuticos y en CITA utilizamos la equinoterapia para el tratamiento de las adicciones y la patología dual”


Las sesiones de trabajo de las CLINICAS CITA implican la colaboración de un psicoterapeuta y un profesional de los caballos. En ellas, los pacientes participan en actividades con caballos, para, posteriormente, analizar y discutir pensamientos, sensaciones, comportamientos y patrones de conducta. Los caballos se relacionan directamen­te con nuestro inconsciente y nos enseñan a relajarnos, a  conocernos y a querernos. Como comenta Lluis,  “a tra­vés de una serie de observaciones y de unos ejercicios pie al suelo (normalmente no se monta al caballo), el paciente descubre en la interacción que tiene con el caba­llo muchas cosas interesantes sobre sí mismo. En estos ejercicios no se juzga a nadie, no hay intervenciones correctas o incorrectas. Un caballo no te juzga y el paciente juega con el caballo sin levantar barreras de protección inconscientes. Por esto, la equinoterapia se convierte en un rompehielos muy efectivo y la relación paciente-caballo deviene una metáfora y un espejo de lo que le ocurre al individuo en su vida real”


Lluis afirma que los caballos se parecen bastante a los humanos, puesto que son animales sociales, tienen roles definidos dentro de sus manadas y manifiestan distintas personalidades, actitudes y humores. También pueden parecer  tercos y desafiantes. Una actitud que puede funcionar con un caballo, no necesariamente funciona con otro. En resumen, “los caballos proporcionan grandes oportunidades para el aprendizaje y permiten establecer unos vínculos muy productivos donde se pueden descubrir –y transformar-muchas cosas. Además, los caballos son grandes y poderosos, y esto genera una excelente oportunidad para sobreponerse al miedo y desarrollar confianza, lo que nos permite afrontar las situaciones difíciles de la vida”


En una sociedad que tiene por nor­ma la gratificación inmediata y fácil, los caballos requie­ren que la gente se comprometa en el trabajo físico y mental, una caracterís­tica valiosa en todos los aspectos de la vida. Más importante aún, los caballos tienen la capacidad para   retratar exactamente qué es lo que les está diciendo el lenguaje corporal de quien está frente a ellos, convirtiéndose en espejos de tus propias emociones. La lección a aprender es que si uno cambia, los caballos responderán de manera diferente. Como dice Lluis, “los caballos son animales orgullosos, dignos y nobles que no regalan su confianza pero que te permiten ganártela”


Para Lluis, los caballos se han convertido en seres excepcionales y honestos que te ayudan y te hacen mejor persona sin esperar nada a cambio. A través del caballo, Lluis ha descu­bierto el poder de ayudar a los demás a ser mejores y a hacer mejor sus vidas.


(Resumen de la entrevista que la revista El caballo español publicó sobre la Terapia Asistida por Equinos y que incluía una entrevista con el terapeuta equino de CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) Lluis García Bofill)







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