Lluis García Bofill, que ha dedicado
toda su vida a los caballos, es desde hace tres años profesor de equitación y
terapeuta equino en las CLINICAS CITA, un recurso para el tratamiento de las
adicciones ubicado en Dosrius (Barcelona) y fundado
hace 30 años por el psiquiatra JOSE MARIA FABREGAS.
Lluís se ha especializado en la
psicoterapia asistida con equinos, una terapia en la que los caballos son la
herramienta esencial para el aprendizaje y el crecimiento emocional de los
pacientes de la clínica. Para él, es natural que en CITA siempre se haya dado
mucha importancia a esta terapia, ya que es ampliamente conocido el poder
terapéutico que tienen ciertos animales, en especial, los delfines y los
caballos: “El caballo permite canalizar nuestros sentimientos con fines
terapéuticos y en CITA utilizamos la equinoterapia para el tratamiento de las
adicciones y la patología dual”
Las sesiones de trabajo de las CLINICAS CITA implican la colaboración de un psicoterapeuta y un profesional de los
caballos. En ellas, los pacientes participan en actividades con caballos, para,
posteriormente, analizar y discutir pensamientos, sensaciones, comportamientos
y patrones de conducta. Los caballos se relacionan directamente con nuestro
inconsciente y nos enseñan a relajarnos, a conocernos y a querernos. Como
comenta Lluis, “a través de una serie de observaciones y de unos
ejercicios pie al suelo (normalmente no se monta al caballo), el paciente
descubre en la interacción que tiene con el caballo muchas cosas interesantes
sobre sí mismo. En estos ejercicios no se juzga a nadie, no hay intervenciones
correctas o incorrectas. Un caballo no te juzga y el paciente juega con el
caballo sin levantar barreras de protección inconscientes. Por esto, la
equinoterapia se convierte en un rompehielos muy efectivo y la relación paciente-caballo
deviene una metáfora y un espejo de lo que le ocurre al individuo en su vida
real”
Lluis afirma que los caballos se parecen
bastante a los humanos, puesto que son animales sociales, tienen roles
definidos dentro de sus manadas y manifiestan distintas personalidades,
actitudes y humores. También pueden parecer tercos y desafiantes. Una
actitud que puede funcionar con un caballo, no necesariamente funciona con
otro. En resumen, “los caballos proporcionan grandes oportunidades para el aprendizaje
y permiten establecer unos vínculos muy productivos donde se pueden descubrir
–y transformar-muchas cosas. Además, los caballos son grandes y poderosos, y
esto genera una excelente oportunidad para sobreponerse al miedo y desarrollar
confianza, lo que nos permite afrontar las situaciones difíciles de la vida”
En una sociedad que tiene por norma la
gratificación inmediata y fácil, los caballos requieren que la gente se
comprometa en el trabajo físico y mental, una característica valiosa en todos
los aspectos de la vida. Más importante aún, los caballos tienen la capacidad
para retratar exactamente qué es lo que les está diciendo el lenguaje
corporal de quien está frente a ellos, convirtiéndose en espejos de tus propias
emociones. La lección a aprender es que si uno cambia, los caballos responderán
de manera diferente. Como dice Lluis, “los caballos son animales orgullosos,
dignos y nobles que no regalan su confianza pero que te permiten ganártela”
Para Lluis, los caballos se han
convertido en seres excepcionales y honestos que te ayudan y te hacen mejor
persona sin esperar nada a cambio. A través del caballo, Lluis ha descubierto
el poder de ayudar a los demás a ser mejores y a hacer mejor sus vidas.
(Resumen de la entrevista que la revista El caballo español publicó
sobre la Terapia
Asistida por Equinos y que incluía una entrevista con el
terapeuta equino de CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las
Adicciones) Lluis García Bofill)
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