viernes, 3 de mayo de 2013

Clínica CITA: La encuesta sobre alcohol y drogas en España refleja también la realidad de nuestros centros.



De la última encuesta del Ministerio de Sanidad sobre Alcohol y Drogas en España se deduce que el consumo de somníferos y tranquilizantes se ha disparado en estos últimos años. El porcentaje de personas que toman estos fármacos ha pasado del 5,1% en 2005 a un 11,4% en 2011. Estas sustancias legales que se venden con receta se han convertido, junto con el alcohol y el tabaco, en la droga más usada, por delante del cannabis (un 9,6% lo ha tomado en el último año). Se cree que este aumento del uso de tranquilizantes y somníferos no supone un nuevo patrón de consumo de abuso sino que se trataría de un fenómeno reactivo que se da en situaciones de crisis, como la actual. Han aumentado las presiones estresantes que sufre el individuo, y, en correlación, han aumentado los cuadros de depresión y ansiedad. Sólo el 1,2% de estos usuarios lo toman sin prescripción médica.
Según los datos de este estudio oficial que analiza las respuestas de 22.180 personas de entre 15 y 64 años, los hipnosedantes son las únicas sustancias cuyo uso se ha incrementado, ya que el consumo de alcohol, tabaco, cocaína o cannabis ha decrecido ligeramente en los últimos dos años. La razón podría estar en la prevención y la represión, aunque también podría apuntarse a razones relacionadas con la actual crisis: cada vez hay menos dinero para comprar estas sustancias.
Los hipnosedantes rompen además el patrón de consumo del resto de las drogas, cuyo uso es mayor en jóvenes y en hombres. El consumo de somníferos y tranquilizantes se dispara a partir de los 35 años y es la única sustancia en la que el porcentaje de consumidoras es mayor, lo que se explica porque la prevalencia de la ansiedad y la depresión es superior en las mujeres y porque ellas piden consejo médico de manera más habitual.
Según los expertos, a pesar de que los orfidales y los lexatines son legales y de uso controlado, podemos hablar de que existe un abuso, ya que hay cierta inercia terapéutica al prescribirlos. La situación económica actual genera una ansiedad tremenda, y el principal tratamiento para esos problemas psicosociales es de tipo farmacológico. Además, son sustancias que están socialmente muy aceptadas. Muchas veces no se consideran una droga y no se le da importancia. Sin embargo lo son, y muy peligrosas: dejarlas puede producir un grave síndrome de abstinencia.
España está a la cabeza de los países europeos en el uso de tranquilizantes y somníferos: se consumen 51,9 dosis diarias de ansiolíticos por cada 1.000 habitantes frente a las 24,1 dosis de la media de 18 países, y 26,8 dosis diarias de hipnóticos y sedantes para dormir por cada 1.000 habitantes frente a las 24,9 dosis de media de la OCDE. Y estas cifras no han cesado de aumentar en los últimos 10 años.
Por su parte, en los datos que analizan el resto de sustancias, los patrones de España son similares al de los otros países. La sustancia más consumida sigue siendo el alcohol: un 76,6% de los ciudadanos ha tomado bebidas alcohólicas en los últimos 12 meses. Después, el tabaco: un 40,2%, aunque el número de personas que ha fumado en los últimos 12 meses ha bajado un 2% desde el perioo 2009/2010. La encuesta muestra también que el consumo de cocaína ha disminuido. Los ciudadanos que la han tomado en los últimos 12 meses ha pasado del 3% en 2005 al 2,2% en 2011, aunque España sigue a la cabeza de la Unión Europea en este consumo.
El uso de cannabis también baja. El 9,6% lo han consumido en los últimos 12 meses, un 1% menos que en el periodo anterior. El porcentaje de consumidores jóvenes de esta sustancia supera al de mayores: el 8,2% de los ciudadanos entre 15 y 17 años la ha tomado en los últimos 30 días frente al 7% de personas de entre 18 y 64. Y aunque el consumo de cannabis decrece, la percepción de los riesgos asociados a su uso no lo hace. Los datos muestran, además, que el tabaco se considera más peligroso que el cannabis.
Cinco o más copas en un corto periodo de tiempo en el caso de los chicos y cuatro en el caso de las chicas, es lo que se conoce como un consumo de alcohol por atracón, una fórmula que es cada vez más habitual en España. En 2011, el 21,8% de los chicos de entre 15 y 19 años y el 17,2% de las chicas se había emborrachado de esta manera. Este tipo de consumo no se practica para socializar, sino directamente para conseguir la borrachera. Se trata de una intoxicación que termina a veces en un coma etílico y que puede ser el inicio de una adicción. Además, este atracón de alcohol tiene peligros añadidos, como los accidentes de tráfico.

En las clínicas CITA Dosrius el tipo de adicción prioritaria y los patrones de consumo de nuestros usuarios también han ido variando a lo largo del tiempo. En este momento, las demandas asistenciales que recibe nuestra clínica coinciden a groso modo con los resultados de esta encuesta: prevalencia del alcohol y la cocaína, el incremento del consumo de benzodiacepinas, el consumo cada vez más compulsivo de la cocaína y la disminución de edad de nuestros pacientes más jóvenes con un incremento sustancial del porcentaje de menores de edad.





José María Fábregas Pedrell

www.clinicascita.com

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